Hombro luxado: devuelve todo a su lugar

Seguro que en esta vuelta al trabajo después de las vacaciones, tu jefe te ha dicho que tocaba arrimar el hombro o quizás tú mismo se lo hayas pedido a tu familia para sobrellevar mejor este mes de septiembre tan atípico que -por fortuna- ya miramos casi de reojo. Pero, más allá de frases hechas, ¿sabes cómo afrontar un hombro luxado?

 

Empecemos por el principio, como nos gusta hacer a nosotros: la articulación del hombro está compuesta por tres huesos, que son la clavícula, el omóplato y el húmero. La parte superior de este último tiene forma de bola y va engarzada en el propio hueco del omóplato, por lo que la luxación se produce cuando esta parte circular se mueve de su lugar original. En función del grado de desplazamiento, hablamos de una luxación parcial (solo se sale en parte), mientras que es total si pierde por completo su posición primitiva.

 

Al igual que ocurre en tantas otras lesiones, no existe una causa única, ya que la luxación puede venir motivada tanto por lesiones deportivas como por caídas sobre el hombro o brazo extendido o por accidentes, entre otros factores. Sea cual sea la razón, sabrás que tienes un problema cuando notes un dolor severo de hombro, dificultades para mover tu brazo o entumecimiento y debilidad.

 

El primer paso en el tratamiento médico suele incluir una reducción cerrada, a lo que seguirá el uso de un cabestrillo y, posteriormente, la rehabilitación. La atención que prestes a esta parte de tu cuerpo en esta última etapa será un factor crítico para evitar que una recaída te devuelva a los intensos dolores iniciales o, incluso, que tu luxación original acabe derivando en una fractura de clavícula.

 

En este punto, la fisioterapia se convertirá en tu mejor aliada, ya que con esta disciplina podrás retomar el movimiento de la extremidad lesionada sin operaciones bruscas. El apoyo que te podemos prestar desde García e Lestón te ayudará a realizar ejercicios progresivos de las articulaciones adyacentes, que después continuaremos con sesiones de balanceo y, ya en el último momento, nos centraremos en un trabajo de refuerzo muscular. Además, te enseñaremos cómo llevar a cabo por tu cuenta ejercicios de hombros que impidan que pierdas movilidad en esta articulación y, al mismo tiempo, que puedas seguir reforzando tu musculatura.

 

Como fiel lector de nuestro blog seguro que ya sabes que desde hace unas semanas en Arteixo hemos impulsado un concepto integral de bienestar en el que, junto a la fisioterapia, encontrarás el servicio de entrenamiento personal, clave para que puedas afrontar tu vuelta al deporte con todas las garantías y beneficiándote del diálogo y el trabajo conjunto de nuestros profesionales.

 

No dejes que un mal tratamiento o un enfoque incorrecto agrave tus lesiones y confía en nosotros para devolverte -a ti y a tu hombro- a vuestro mejor punto.

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