La primavera la sangre altera!
Llega la primavera, suben las temperaturas, olvidamos el abrigo y de repente nos cae un chaparrón. Los cambios de temperatura repercuten en nuestra salud, pero empieza la operación verano y las ganas de ponerse en forma aumentan. Como consecuencia es probable que descuidemos nuestra salud con un ejercicio descontrolado, pocas horas de sueño, estrés y haciendo oídos sordos a lo que nuestro cuerpo nos está gritando.
Aunque nuestro humor mejore, que el termómetro pase de los 6 grados a los 28 repercute en nuestro cuerpo y mente:
Dolor de huesos: la bajada de la presión en las articulaciones del cuerpo y en sus líquidos, producida por un aumento de la temperatura, hace que las personas que sufren dolor de huesos aumentan, especialmente cuando va a llover y en abril, ¡aguas mil!
Insomnio: como un círculo vicioso, en primavera las personas tenemos más dificultades para conciliar el sueño y dormir mal está relacionado con dolor en las articulaciones, por lo que dormiremos aún peor. Además de acudir a tu fisio, puedes adquirir hábitos saludables como evitar bebidas con cafeína, el alcohol y procurar no abusar de cenas copiosas antes de irte a dormir. Además, un sueño de 7 horas diarias contribuirá a que tu humor mejore.
Deporte: el buen tiempo y las ganas de estar en forma en pleno verano se fusionan para que en abril se produzca un aumento del número de deportistas. En ciertos casos puede provocar dolor en las articulaciones, ya que se realiza más ejercicio de manera repentina sin que el cuerpo esté habituado a ello. En este caso se debe acudir a consulta fisioterapéutica para una correcta preparación y recuperación.
Cómo superar la primavera con éxito?
⦁ Paseos al sol: tu cuerpo agradecerá la vitamina D, mejorará la mineralización del esqueleto y se elevará la fuerza muscular. Caminar siempre es bueno pero con buen tiempo es incluso mejor. Liberarás endorfinas y te sentirás mucho más feliz.
⦁ Consulta con tu fisio: un masaje muscular reduce el estrés y disminuye el dolor en articulaciones.
⦁ Practicar ejercicio: si no estás acostumbrado a hacer deporte, media hora al día es suficiente para evitar que los huesos se “oxiden” y duelan y para no padecer insomnio.
⦁ Cuida tu dieta: lo mejor es que consultes con un especialista en nutrición; no obstante, se recomienda una dieta que incluya antioxidantes, vitamina C y E y diferentes pescados con Omega- 3.
Y, lo más importante, disfrutar y relajarse. Un buen método para lograrlo es practicar yoga, aumentarás tu flexibilidad en las articulaciones y músculos, te relajarás e incluso se puede practicar en compañía. ¿Se convertirá en tu nueva actividad de ocio favorita?
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