El esguince de tobillo, una secuela de la noite meiga de San Juan
La noche más corta del año, la euforia de estar entre amigos y con la familia, una hoguera en la que quemar lo malo… A priori todo parece positivo: cogemos carrerilla para impulsarnos y saltar, pero el desenlace no es el esperado.
Y es que al caer podemos hacerlo con el pie de lado, apoyando mal o incluso doblándolo hacia el interior o hacia el exterior. Es entonces cuando el temido esguince de tobillo frustra nuestros planes para esa noche.
Pero empecemos por el principio: ¿qué es un esguince? Es una lesión que se provoca al forzar la articulación y que abarca desde la distensión de los ligamentos (esguince de grado uno) hasta la rotura total de los mismos (esguince de grado tres) pasando por un desgarro intermedio (esguince de grado dos).
Las recomendaciones a seguir para recuperar el tobillo varían en función de la gravedad, pero, en la mayoría de casos (los esguinces de grado uno y dos), las pautas fundamentales son estas tres: aplicar hielo en las primeras 24-48 horas de la lesión, mantener el pie en alto siempre que permanezcas sentad@ y, en caso de que notes que la inflamación no se reduce, valorar la posibilidad de recurrir a medicamentos antiinflamatorios.
A todas ellas, cómo no, debes añadir la visita al fisioterapeuta para realizar una valoración funcional. En una clínica especializada, como García e Lestón, te acompañaremos en el proceso de recuperación con pruebas diagnósticas, si fuesen necesarias, y también con un vendaje funcional. Tras este examen, si desconfiamos de que pueda existir algún daño estructural, te derivaremos al especialista oportuno para que nos ayude a completar el diagnóstico.
Además, te daremos todas las pautas para que no corras el riesgo de que se esguince se vuelva crónico. Trabajar la fuerza muscular o la flexibilidad, así como la propiocepción, pueden ser las claves para evitar recaídas o que la lesión se extienda a otras partes del cuerpo.
En García e Lestón no podemos devolverte a la noche de San Juan hasta el año que viene… Pero lo que sí podemos hacer es que ese esguince de tobillo sea lo más llevadero posible.