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Sabes que necesitas visitar a tu fisio cuando…

Los motivos que mueven a una persona a visitar una clínica de fisioterapia a menudo tienen que ver con lesiones deportivas, pero hay muchas más razones por las que deberías acudir a consulta al menos una vez al año, siendo la primera tu salud.

El ritmo de vida estresante y sedentario provoca una serie de dolores y molestias en las articulaciones y músculos a los que normalmente no se les atribuye la importancia necesaria. Conviven contigo y aprendes a vivir con ellos pero no te planteas la posibilidad de eliminarlos, ¿por qué?

Cada persona tendrá sus razones, pero los especialistas de García e Lestón te proponemos cinco motivos por lo que deberías pasar por nuestra consulta sin tardar mucho. Intentaremos que concibas la prevención como un remedio a molestias diarias, para que así puedas llegar a tiempo a que alguna de ellas no se convierta en un mal mayor o incluso crónico.

    1. El dolor es una alerta. Si te duele algo y piensas que es un dolor normal, estás ignorando a tu propio cuerpo cuando te está diciendo a gritos que le pasa algo. Lo normal es que no te duela nada, de lo contrario significa que algo no va bien. Puede tratarse de un mal menor o desencadenar en un problema más grave. Lo mejor es solucionarlo cuanto antes en manos de especialistas.
    2. La automedicación y sus consecuencias. Los medicamentos que tratan dolores musculares y articulares ocultan momentáneamente el dolor pero no solucionan la dolencia. Si te olvidas de tratarlo porque ya no te duele, el efecto rebote será difícil de evitar y el problema seguirá contigo.
    3. De lesión leve a problema crónico. Cuando no le das importancia a una lesión o te autodiagnosticas con “eso se cura solo” o “solo necesito reposo”, puedes acabar con un problema crónico por el desgaste y la actividad a la que sometes a esa determinada parte de tu cuerpo.
    4. Prevención. ¿Te has preguntado si estás haciendo algo mal? La información y consejos específicos adaptados a tu estilo de vida harán que realices actividades deportivas y cotidianas de manera correcta, anticipándote a lesiones como esguinces y otros tipos de problemas musculares. Además con la fisioterapia preventiva reducirás la pérdida de movilidad a la que se somete tu cuerpo por el paso del tiempo impidiendo también el dolor.
    5. Corregir gestos y malos hábitos. La mayoría de las dolencias diarias se producen por una mala postura o una mala costumbre que pasa desapercibida. Los especialistas en fisioterapia te darán las pautas adecuadas y la orientación que necesitas.

 

 

 

 

Tu cuerpo es tu templo y tu salud está directamente relacionada con tu bienestar diario, por eso debes escucharlo, atender a sus necesidades y comprobar periódicamente que todo está bien. Como profesionales sanitarios los fisioterapeutas podemos solucionar y prevenir problemas pero también sabemos determinar otras dolencias y derivarte a otros profesionales según tus necesidades.