Que una lesión no te pare!
Normalmente cuando sufrimos una lesión se nos dice que no hay que forzar la zona, que debemos guardar reposo. Y están en lo cierto, pero para acelerar la recuperación no hay nada mejor que un poco de ejercicio. Terapéutico, por supuesto.
Esto no significa que debamos relegar el tratamiento en camilla a un segundo plano: ambos deben complementarse como partes indispensables e intercambiarse por igual según las necesidades de cada individuo.
¿En qué consiste el ejercicio terapéutico?
Es la ejecución sistemática y planificada de movimientos corporales, posturas y actividades físicas para corregir o prevenir alteraciones y optimizar el estado general de salud física y sensación de bienestar.
¿Tiene beneficios?
La única finalidad de esta práctica es beneficiar a nuestro cuerpo por lo que ¡por supuesto que los tiene!
- Mejora el sistema cardiovascular.
- Influye y mejora el sistema nervioso a niveles de coordinación, tono muscular y dolor.
- Ayuda al aparato locomotor mejorando su funcionamiento y elasticidad.
- Reduce el estrés y la depresión.
- Mejora la calidad del sueño y reduce la fatiga.
- Favorece la liberación de opioides, serotonina y endorfinas que ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo.
¿Es igual para todos?
Esta técnica se trata de un tratamiento de ejercicios prescritos basados en una evaluación previa de cada paciente y de sus necesidades. A medida que se avanza en las fases evolutivas de la lesión han de ser modificados y adaptados.
Visítanos en cualquiera de nuestras dos sedes para que evaluemos tus necesidades y así podamos realizar una prescripción correcta de ejercicios para ti. Recuerda que no solo se trata de curar lesiones, sino de prevenirlas.
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