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No dejes que la fascitis plantar amargue tu verano

Después de muchos meses de intenso trabajo, las vacaciones por fin están ahí. Has preparado todo milimétricamente para poder disfrutarlas pero… ¿Y si una inoportuna fascitis plantar amenazase con dar al traste con todos tus planes?

Empecemos por el principio: ¿qué es eso de la fascitis plantar? Se trata de una inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido elástico que comprende desde el calcáneo (el talón) hasta la zona metatarsal (la parte inferior de los dedos) y que afecta especialmente a la zona de intersección de la fascia con el calcáneo.

Aunque existen diversas causas por las que la fascitis plantar se puede dar con más frecuencia en verano, la principal es el cambio de calzado que elegimos en estas fechas. Así, tanto las chanclas como las sandalias provocan que nuestro pie vaya habitualmente más suelto, lo que genera esa sobrecarga para la fascia plantar.

Además, este tipo de prendas suelen carecer de amortiguación, lo que también afecta a este tipo de lesiones. No en vano, el pie, con sus 28 huesos y sus 33 articulaciones, puede absorber impactos de hasta cinco veces el peso de nuestro cuerpo sin sufrir ningún daño. Sin embargo, ni las sandalias ni las chanclas refuerzan esa cualidad anatómica con una suela consistente, sino todo lo contrario.

Por otra parte, el diseño de las conocidas como chanclas hawainas también exige a nuestro pie un esfuerzo adicional a la hora de sujetar su característica tira para no perderlas. Sumado a los factores anteriores, esta circunstancia incrementa todavía más el riesgo de sufrir una fascitis plantar.

En García e Lestón te explicaremos cómo afrontar las molestias que genera este tipo de lesión, desde un tratamiento fisioterápico en nuestras instalaciones hasta pautas que puedes realizar por tu cuenta para, de este modo, apoyar nuestro trabajo clínico. Y es que a nosotros tampoco nos gustaría que empezases tu verano con mal pie.