Somos lo que comemos

Puede ser que, en una primera apariencia, la fisioterapia no tenga nada que ver con la alimentación, pero lo cierto es que muchos pacientes que pasan por consulta presentan problemas que se relacionan directamente con su alimentación aunque ellos no sean conscientes.

¿Por qué?

Hay productos y costumbres de la alimentación moderna que pueden provocar enfermedades debido a algunas sustancias residuo que se van almacenando en nuestro cuerpo, sobre todo presentes en los cereales refinados, el consumo de leche animal y derivados, la cocción, los aceites y su preparación, la contaminación alimentaria o la carencia de vitaminas y minerales.

 

¿Sabes cuáles son las patologías más frecuentes?

 

1. Tendinitis y codo de tenista. 

Debemos evitar alimentos que aumentan la actividad de la vesícula biliar: chocolates, dulces, embutidos, naranjas y mandarinas, café, lácteos y frituras.

2. Dolores de espalda.

⦁ Contracturas musculares: para disminuir la contractura debemos aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina B2 como el germen de trigo, mejillones, almendras, pipas de calabaza, pescado azul, pollo o pavo. También alimentos ricos en calcio y en magnesio como el germen de trigo, cereales integrales, frutos secos, pipas de girasol, acelgas, albaricoques secos o algas marinas.

⦁ Cervicalgia y dorsalgia causada por una disfunción en el hígado: evitar naranjas y mandarinas, lácteos, chocolates y dulces, café, embutidos, fritos, carnes rojas, moderar o eliminar el consumo de alcohol.

⦁ Lumbalgias: evitar el café, té, bebidas azucaradas, mantequilla, carnes grasas,  dulces y aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina B cómo plátanos, patata, pavo, coles de Bruselas, coliflor o aguacate, ricos en calcio, vitamina D y vitamina C3.

3. Artrosis. El tejido afectado por ensuciamiento es el cartílago; si se encuentra pobre en elastina, en colágeno y en otros componentes se vuelve muy frágil y se reabsorbe antes de producir un cartílago nuevo.

Las enfermedades más comunes provocadas por una alimentación inadecuada como el sobrepeso, cáncer, obesidad, etc. son conocidas por la mayoría, pero en ocasiones podemos pasar por alto problemas que también se relacionan con los alimentos que elegimos añadir a nuestra dieta en fusión con el sedentarismo. Para que nuestro motor funcione correctamente es necesario nutrirlo correctamente y mantenerlo activo. 

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